Mi nombre es Loreley.
Creo, contrariamente al dicho popular, que uno es dueño de sus palabras y esclavo de sus silencios.
Creo que callar es también una forma de hacer historia -tal vez la más cobarde- una manera de negar y negarse; otra manera de complicidad.
Estoy convencida de que la conciencia no calla, por lo menos la mía, por eso elijo hablar.
Desde mi pequeño lugar, desde mi simple realidad, elijo "plantar" palabras.
Palabras que amen, que se quejen, que hagan amigos; palabras que provoquen risas y lágrimas, que estremezcan, inspiren o no hagan nada de todo esto, pero por lo menos no mueran de tristeza ahogadas por no poder salir.
Poncho tejido en lana de llama sedificada con detalle de oveja y cuentas de madera. Tejido en telar maría con cuello a dos agujas y terminaciones en crochet. Se puede tejer en los colores que prefieras, es super cómodo !